TRAP-EROS
*Por Guerrilla Cultural
Ustedes, los atrofiados verbales
que como si fueran mierda,
el excremento más putrefacto,
flotan, flotan liviano en las aguas
de la cultura nacional
estando en la cúspide
por su liviandad fecal,
y los choclos,
los choclos de la mierda que son
brillan como las cadenas y
blinblines que llevan,
que pesan más que la
mierda que son.
Raquítico de ojos truchos,
tú,
escuálido estropajo,
pajarraco de la imbecilidad al cuadrado
te alimentaron de crío
mezclando pastabase con nestum,
payaso y más payaso
que alardea mafia
como careta de su cagonada,
te cagaste completo,
completo de cagaste
cuando te cayó encima el secuestro
-secuestro y mafia-
que tu tropa alardea en
videos editables:
¡corte y acción!
Es la mascarada
de tu farsa,
de vuestra farsa del trap,
escuálidos trap-eros
de la erosión mental
que como sedimentación geológica
pudren de materia negra
los cerebros infantes
y juveniles
por generación
tras generación
degenerando el futuro nacional
que brota trunco y cojo,
quebrado de un ala
por vuestro verborreico tartamudeo;
díganme, díganme
cuál es su patria
amantes de la acefalía,
cuál es su patria
títeres de la exuberancia
y la pose;
cuál es su patria
cantantes del tusi
de los dientes carcomidos
reemplazados por los metales
de monedas manoseadas
por los titiriteros industriales
de la pedofilia musical,
cuál es su patria
cogoteros de los portonazos,
cuál es su patria
pistoleros del miedo familiar
de balas locas
y autos pedorreicos;
no tienen, jamás
tendrán crítica social
putos reproductores
de la sangre chorreante
en los asfaltos y esquinas
de la población nacional;
aprendan a juntar letras
y pronunciar lenguaje,
cantantes de la música
sin Flow y la métrica trastabillada;
mátense y nazcan de nuevo
para dejar de hacer canciones
como la continuación de la hoja en blanco
manchada con excremento
salido de vuestros hocicos malolientes,
de canciones como el chirreo del vidro
tajeado por cuchillas
ensangrentadas de los oídos
de nuestros ancestros que cantaban danzas
elevando los ruegos para hacer llover
y brotar la cría de la tierra fertilizada.
No se metan con losothro
porque llevamos en nuestros versos
las manos callosas y tajeadas
de las abuelas de esta patria
que alimentaron a punta de cazuela o
agua con zanahoria y clavo oxidado
las tripas hambrientas de los hijos
y de sus hijos,
de abuelos y madres
hasta llegar a nosotros,
que los bombardearemos
con versos de napalm.